Antes de realizar una prueba de embarazo de orina, se recomienda no beber grandes cantidades de líquidos. Esto se debe a que puede diluir la gonadotropina coriónica humana (GCH) en la orina y puede no aparecer en la prueba. Sin embargo, la hormona del embarazo se encontrará en la orina sin importar la cantidad de líquidos que sean ingeridos.

Existen signos físicos y pruebas caseras que podrían indicar un posible embarazo, aunque no son tan precisos como una prueba de orina o de sangre. Los síntomas físicos pueden incluir dolor en los pechos, náuseas, sensibilidad a olores, mareos, cansancio y dolor en la parte baja del vientre. Las pruebas caseras implican la recolección de orina y el uso de utensilios comunes, pero tienen un alto índice de error.

Una prueba de embarazo casera en orina no puede ser utilizada dos veces. Esto se debe a que la prueba detecta la presencia de la gonadotropina coriónica humana en la orina, mediante reacciones químicas entre esta y sustancias presentes en el test. Una vez que la tira absorbente y los productos químicos han sido utilizados, no hay manera de reutilizarlos.

La probabilidad de que una prueba de embarazo de orina falle es de aproximadamente 3-4%.

Un falso positivo poco frecuente, pero puede ocurrir en situaciones como tratamientos de fertilidad con hCG, terapia hormonal, tumores o niveles altos de la hormona luteinizante. La fiabilidad de un test positivo es del 97-99%.